Adriana Flores es Movimiento por las mujeres, la igualdad, la dignidad humana y una sociedad integral.
Marzo es considerado el mes de las mujeres debido a que el 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, una fecha para impulsar el cambio y acelerar la transición hacia un mundo más saludable, seguro e igualitario para todos, la lucha de las mujeres por la paridad, el reconocimiento y el ejercicio efectivo de sus derechos. En el marco de esta conmemoración, hablaremos de una mujer que cuenta con una trayectoria que desde sus inicios se ha distinguido por servir a la sociedad. Es entusiasta, comprometida con las causas justas y la igualdad social, desde los diferentes espacios que ha representado a lo largo de su experiencia política, laboral y personal, destaca su labor por la libertad, la justicia y la paz, creando oportunidades sociales, donde mujeres y hombres, adultos mayores, personas con discapacidad, jóvenes, niñas, niños y pueblos originarios puedan lograr su reivindicación y dignidad.
Adriana Flores Torres ha expresado que las mujeres han vivido en la opresión de una estructura política de Estado, donde se crearon desigualdades y asimetrías de género, las cuales persisten y todos debemos erradicar, que las mujeres deben cambiar la realidad social, ya que su lucha es para construir un mundo donde la igualdad y la libertad sean las constantes de las relaciones humanas; donde no exista un enfrentamiento de género, sino la comunión y colaboración de una sociedad integral, que día a día lucha por la dignidad humana. Las mujeres se encuentran luchando por crear las condiciones legales en nuestra constitución para desterrar la discriminación de género que vulnera el salario digno, la educación incluyente, la protección de la justicia, el respeto a sus derechos humanos y la libertad de ser un género en igualdad de circunstancias, la política se ha construido para dignificar a la sociedad y conducir las causas justas, la defección política cuando se presenta por una conciencia clara y cierta por la lucha del pueblo, es la más pura esencia del valor y la dignidad de la lucha social.
Sobre los últimos movimientos que ha realizado en estos días, Flores Torres, señaló: Mi defección al PRI es producto de una profunda reflexión y convicción sobre un partido que fue secuestrado por una clase política enquistada en el poder, con ideas represoras que, durante décadas maniató a sus sectores militantes progresista, de la cual yo también fui presa. Al no encontrar el respeto a los principios políticos del partido, mi defección política del PRI, es ahora mi mayor orgullo, porque puedo en libertad ser abanderada de las causas justas de mujeres y hombres que toda mi vida he defendido y seguiré defendiendo. No nos podemos equivocar, los partidos políticos tienen el deber de ser conductores e interlocutores de nuestra sociedad, cuando estos objetivos no se cumplen, la perversión política y la corrupción los corroe.
Uno de los mayores logros que destaca de las labores que ha desempeñado Adriana Flores en su larga trayectoria ha sido luchar para dignificar a las mujeres sin distinción de estatus social, instrucción académica, ideología o etnia. En este cometido, ha dado una gran batalla por las mujeres indígenas que en los pueblos originarios de Hidalgo y nuestro país han sido vulneradas por la opresión de género, la cual va más allá de lo que se puede narrar; de igual manera, en las comunidades, regiones, barrios y colonias, abanderó diferentes organizaciones vecinales para crear oportunidades de desarrollo laboral, social y humano para las mujeres de Hidalgo.
Para ella, los adversarios políticos por décadas han reproducido las lógicas del antiguo régimen y la vieja política, donde destruir es más fácil que construir, cuando un adversario político cae en la constante detracción y denostación, muestra la debilidad de su capital político, porque pierde de perspectiva que la propuesta política debe responder para construir un futuro social mejor y brindar oportunidades de desarrollo humano. Sí un adversario político ataca de manera personal o desvirtuando los hechos de la trayectoria de su oponente, demerita su representación ciudadana y su encargo público. A su parecer, las y los políticos se deben al pueblo, ya que son interlocutores de los anhelos de justicia social cuya obligación es hacerlos realidad.
Flores Torres ha externado que, de llegar al Senado, va a garantizar mejores leyes que amparen el desarrollo humano de las y los hidalguenses para que los presupuestos que se implementan sean fiscalizados para certificar la equidad social de nuestro pueblo, que su gestión en la cámara alta, será velar por las causas justas, ampliando el horizonte de la equidad social y en especifico de los sectores vulnerables de nuestra sociedad para que la dignidad sea la prioridad en la paridad de género, en la equidad laboral, en las oportunidades iguales educativas y culturales, donde los pueblos originarios sean tratados con la dignidad de su diversidad pero con el pleno reconocimiento de que son mexicanos con derechos iguales, donde, los adultos mayores tengan la protección del Estado, donde los jóvenes sean amparados por una legislación de oportunidades y desarrollo humano, donde nuestras niñas y niños, tengan derecho a una infancia feliz con todos los instrumentos legales que la hagan posible ya que el Senado es un órgano de control del Estado, en el cual debe garantizarse el principio de equidad de poderes y toda esa estructura pública es y será, invariablemente, para garantizar la vida digna de las y los hidalguenses.
La carencia de democracia partidista del PRI, fue la causa para que Adriana Flores aceptara abanderar otro organismo político, ya que para ella, los militantes que transitaron por el PRI, fueron duramente reprimidos por la cúpula y elite de su dirigencia; donde el trabajo político se usa para crear cotos de poder, donde la vieja política reprime y oprime a los sectores reflexivos y democráticos como los que ella encabezó y que hoy, siguen siendo perseguidos por defender la justicia social y la limpieza del poder público.
En sus propias palabras, Adriana Flores ha sido enfática en este tema, puntualizando: Mi adhesión y militancia en Movimiento Ciudadano, responde a la cabida como partido de estructuras políticas ampliamente democráticas; su modelo generacional rompe con la corrupción y opacidad de los partidos políticos de la vieja guardia que, lo único que han generado para nuestro pueblo y nación, es pobreza e ignorancia; porque ambas son las herramientas de control social que hace posible que esa clase política se enriquezca y engorde en los puestos públicos, ’Movimiento Ciudadano es un partido democrático, joven y cuya libertad política no hace distinciones entre sus militantes, hoy, esta campaña es prueba de esta contundente realidad que nadie puede detener en México, porque la lucha de Movimiento Ciudadano es la nueva democracia’, agradezco a las mujeres y hombres de Hidalgo que apoyan mi candidatura, la cual, es producto de una lucha política honrada y comprometida con la transformación de nuestra nación para crear las oportunidades que no son un regalo de la política, sino el derecho que tiene nuestro pueblo para construir en libertad y justicia una nación donde todas y todos cabemos en igualdad y dignidad...
