Como efecto de la política económica actual, la gasolina regular, también conocida como magna, ya cuesta más de 21 pesos por litro en algunos municipios de nuestro país y aún faltan casi dos meses para que Peña Nieto abandone Los Pinos.
Según el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, para que el precio baje, se necesita llevar un proceso gradual, por lo que no hay buenas expectativas al respecto en el corto plazo.
Por ejemplo, el combustible se vende en 21.28 pesos en una estación de Petróleos Mexicanos (Pemex) ubicada en la carretera Guadalajara, La Piedad, 45430 en el municipio de Zapotlanejo, Jalisco, de acuerdo con la plataforma de precios Petro Intelligence.
Otro botón de muestra se encuentra en la demarcación de San Sebastián del Oeste, Jalisco, donde el precio del energético ha subido hasta 21.10 pesos por litro.
En el Municipio de Guadalupe y Calvo, Chihuahua el precio promedio de las seis gasolineras existentes es de 21.11 pesos.
Algunos puntos de la Ciudad de México registran litros en más de 20 pesos. En la alcaldía Benito Juárez hay dos gasolineras que comercializan en líquido refinado el precio ha llegado a 20.09 pesos. En la alcaldía Venustiano Carranza, una estación de servicio en ofrece el combustible en 20.07 pesos.
Desde que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) liberó los combustibles a precios de mercado en noviembre de 2017, su ascenso ha sido meteórico. Entonces, el costo de la Magna fue liberado en 16.71 pesos, un repunte de 16%. Incluso el presidente Enrique Peña Nieto asumió la responsabilidad por dicha decisión, tras justificar que el 30% de la población más rica consume 80% del combustible fósil.
La escalada de energéticos fósiles durante los últimos 12 meses ha presionado a la inflación, que no ha podido descender de 4.5%.
El costo de la gasolina está subordinado a los precios internacionales del petróleo, que han rebasado la frontera de los 80 dólares por barril desde su declive de 2014.
