Trabajadores de instancias gubernamentales en Hidalgo manifestaron su profundo rechazo a la ratificación como jefa de programas sociales a Irma Suárez Medina en la Secretaría del Bienestar.
Y es que resulta que la señora figura desde la administración panista junto con la que era delegada de Sedesol (hoy directora de DIF Estatal) como jefa de departamento dentro de la estructura, cobrando su sueldo y a la par recibiendo más de 21 mil pesos de un recurso federal, pero a nombre de su hermana Ana Karen, quien nunca se presentó a trabajar, siendo mera prestanombres para la transa.
Así estuvo viviendo Suárez Medina, señalan, por uno o dos años, hasta que llegó Víctor Velasco y ya no pudo seguir transando, por lo que comenzó a molestarse y a tratar mal a la gente.
Casi al término de la administración la presidenta municipal de Cuautepec le marcó al entonces delegado para denunciar que ella estaba exigiendo que los municipios realizaran un estudio de impacto ambiental y les encaminaba para que lo hicieran con determinada empresa, la cual era de su esposo, quien además es maestro en la UPP y les cobraba 200 o 300 mil pesos.
La presidenta la reportó, por lo que el delegado la iba a correr por hacer mal uso de su cargo como funcionaria, pero ella astutamente se incapacitó y enseguida pidió sus vacaciones; cuando Velasco presentó su renuncia, ya no la pudieron despedir.
A quienes conocen de su historia han sido víctimas de sus presiones, pues sólo la semana antepasada empezó a tirar basura contra los coordinadores, despidiendo al menos a 3, lo que destapó la cajita de pandora.
Al parecer tiene una demanda por querer adjudicarse una propiedad abusando de un homónimo con otra persona, por lo que se encuentra demandada.
La señalada volvió a tomar el control de todo para retomar las transas del estudio ambiental. Curiosamente, debería haber cero corrupción pero ya la han ratificado.